Masaje arterial

El efecto de las maniobras de masaje va a provocar un estímulo en el flujo sanguíneo arterial y una aceleración de la circulación que se traduce a su vez, en un rubor en la zona.

Este rubor se va a producir por vasodilatación de los vasos periféricos y será más intenso cuanto más constante y profundo sea el estímulo aplicado.

Esta vasodilatación va a ser debida en gran medida a la liberación de acetilcolina, histamina y sustancias histaminoides.
Con el aumento del flujo arterial se produce así mismo un aumento de 02 y de sustancias nutritivas aumentando con ello el metabolismo local. Esto provocará también una mejora del estado trófico de la piel y los tejidos subyacentes.

Aunque el efecto que el masaje produce sobre la circulación arterial no es tan directo como el que produce sobre la venosa, ya que la mayor parte de las arterias están situadas en planos bastante profundos, sí se da una especie de estimulación "de rebote", al tratar de forma profunda las masas musculares. Esto puede ser observado claramente en los individuos que sufren claudicación intermitente; tras unas sesiones de masaje mejora el color de la piel y la temperatura y desaparece en gran medida, la claudicación; esto demuestra el efecto beneficioso que el masaje provocó sobre las arterias. mejorando además la circulación colateral de la zona.

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